10 Platillos mexicanos con nombres graciosos

El ingenio de las y los cocineros mexicanos no sólo reside en su destreza para combinar sabores y texturas; se manifiesta también en los nombres que se inventan para los platillos, como lo demuestra esta breve lista de platillos sabrosos que llevan nombres curiosos.

01
of 10

Sopa seca (y sopa aguada)

Sopa Seca
Angel Olin/CC BY 2.0/Flickr

Las sopas tienen un lugar privilegiado en la cocina mexicana: una comida no está completa si no empieza con al menos una de ellas.  Para el mexicano la sopa seca es parte de su cotidianidad y no tiene nada de gracioso ni de extraño, pero para el resto del mundo de habla hispana el término no tiene sentido, pues ¿no se supone que la sopa es líquida? 

En México, sin embargo, sopa tiene una referencia más amplia: es una entrada que se sirve justo antes del plato fuerte. La sopa seca usualmente consiste en arroz o alguna preparación de pasta (muchas veces pasta de forma chica); la sopa aguada se refiere a las sopas líquidas en general.

Tan arraigada es la costumbre de comer al menos una sopa en la comida principal de cada día que hay quienes sienten que no han comido si no ha habido alguna sopa en la mesa. (Idealmente habrían dos, una aguada seguida por una seca.) Tradicionalmente las sopas figuran entre los primeros platillos que una niña mexicana aprende a elaborar. 

02
of 10

Frijoles con veneno

Frijoles con veneno
El "veneno" de los frijoles con veneno es un rico guisado de carne de cerdo en adobo. foto cortesía de Robin Grose

Este plato consiste en un guisado de carne de cerdo en adobo servida sobre una cama o espejo de frijoles molidos refritos y a pesar de su nombre no representa ningún peligro para el comensal.  No he podido averiguar el origen del apelativo; ¿será que a alguien le gustó tanto el plato que le puso ese nombre para ahuyentar al resto de la familia y no tener que compartirlo con nadie más?  O quizás alguna jovencita haya preparado el guisado con el propósito de enamorar al muchacho de su predilección, y éste al comerlo se haya “envenado” de amor. Puede que mi imaginación esté teñida de romanticismo, pero no tiene nada de fantasía aseverar que saben deliciosos los frijoles con veneno.

03
of 10

Manchamanteles

Manchamanteles
Magistral combinación de sabores y texturas, el manchamanteles nos llega desde Oaxaca. foto cortesía de Robin Grose

Magistral combinación de ingredientes, el manchamanteles nos llega desde el estado de Oaxaca y consiste en dos (o más) tipos de carne guisados con frutas (piña, manzana, plátano macho). La salsa, elaborada en base a chiles secos y semillas molidas, viene siendo un mole simplificado – aunque el platillo ya armado no tiene nada de simple; más bien es una compleja sinfonía de sabores salados, ácidos, dulces y amargos. Con algo así de sabroso no te importará en los más mínimo ensuciar un poco la mesa. 

04
of 10

Queso de tuna

Queso de tuna
Elaborado con la fruta del nopal, el queso de tuna es un dulce típico mexicano. Foto cortesía de Robin Grose

Lo gracioso de este dulce tradicional mexicano es que, a pesar del nombre, no contiene producto lácteo alguno. Se trata más bien de una pasta hecha con la tuna, fruto del nopal y por ende una de las frutas más mexicanas de todas. Durante su preparación la pulpa de la tuna se cuece hasta que se haya evaporado la mayor parte del líquido, dejando una pasta con una consistencia algo parecida a la de un queso y a la del ate de guayaba o de membrillo tan apreciado por los mexicanos. De hecho, el queso de tuna viene siendo otra variedad de ate. Se come solo o con queso como postre o bocadillo, y de vez en cuando los ates se emplean como ingredientes en otras recetas más complejas, principalmente de repostería.  

05
of 10

Niño envuelto

Rollitos de carne a la mexicana
Conocido también como "niño envuelto," estos rollitos de carne se rellenan de puré de papa y verdura y se bañan con una salsa mexicanísima. foto cortesía de Robin Grose

Este término se refiere a diferentes cosas según el lugar y la persona, pero siempre implica un rollo de algún tipo. Hay niño envuelto de jamón y queso que viene siendo una especie de sándwich enrollado; para otros, el niño envuelto es un pastel enrollado a manera de brazo gitano o pionono. Una tercera acepción es una especie de bistec enrollado; nuestra sabrosa versión es un rollo de carne relleno con papas y verduras y bañado con una sencilla salsa mexicana.

06
of 10

Ropa vieja

Ropa vieja mexicana
Ropa vieja: carne de puerco deshebrada y guisada con vegetales y rajitas de chile poblano. foto cortesía de Robin Grose

Aparentemente es de origen cubano este guisado de carne deshebrada salteado con jitomate, cebolla y diversos vegetales, pero hoy en día se prepara en muchos países de Latinoamérica. Es un buen platillo casero para comer al plato (acompañado con arroz y/o frijoles) o envuelto en tortillas de maíz para formar tacos. Uno se imagina que el nombre viene a razón de la apariencia un poco desorganizada del platillo—la de un una pila de harapos. Nuestra versión mexicanizada incluye trocitos de chile poblano.

07
of 10

Suspiros

Getty merengues
Suspiros: galletitas de merengue que se deshacen en la boca. Matilda Lindeblad / Getty Images

Los suspiros, conocidos en gran parte del mundo hispanoparlante debido a su origen ibérico, son galletitas de merengue tan ligeras como un suspiro de enamorado. Conocidas también como besitos de merengue o merenguitos, son fáciles de elaborar,  relativamente económicas y dan un toque de elegancia a cualquier celebración.

08
of 10

Huevos divorciados

Huevos divorciados flickr
Si no quieres tener que escoger entre salsa roja y sala verde en el desayuno, puedes optar por unos huevos divorciados. Krista / creative commons cc by 2.0 / Flickr

Vistoso platillo para un almuerzo o desayuno de fin de semana, los huevos divorciados consisten en un par de huevos fritos (o, como los llaman en México, estrellados), uno cubierto de salsa picante roja y el otro bañado con salsa picante verde.  Usualmente se coloca una porción de frijoles refritos o de chilaquiles entre las dos piezas, separándolos y remarcando el distanciamiento de los “cónyuges.” Su preparación requiere de un poco de preparación previa ya que implica la elaboración de dos salsas distintas, pero vale la pena para empezar el día con mucho sabor.

09
of 10

Jamoncillo

Getty Jamoncillo
Rebanadas de jamoncillo, un dulce típico mexicano elaborado con azúcar, leche, y semillas molidas. Emily Brooke Sandor / Getty Images

No obstante el nombre, el jamoncillo no tiene nada que ver con la carne de cerdo.  Se trata más bien de un dulce típico mexicano elaborado con leche, azúcar y semillas picadas o molidas (nuez, piñones, pepitas de calabaza, etc.)  Según el lugar, el dulce se hace en forma de una barra (de la cual se van rebanando porciones) o en piezas individuales de forma redonda o rectangular. Es una verdadera delicia, pues el jamoncillo se va disolviendo en la boca del comensal, llenándola del dulce sabor a antaño

10
of 10

Rabo de mestiza

Desayuno Mexicano
Jenna Greenwell/Getty Images

Otra buena opción para el desayuno o almuerzo, su nombre puede que sea una referencia al origen campesino del platillo. Se trata de huevos cocidos en una rica salsa de jitomate con rajas o tiritas de chile (poblano, serrano, verde u otro), cebolla y ajo.  La salsa también puede contener una o más hierbas y/o especies, muy al gusto de quien la prepare: epazote, una pizca de canela y clavo molido, etc.  En algunos lugares se cuece el huevo en agua al estilo “poché” y después se coloca en un plato hondo con la salsa, mientras que en otros el huevo se cuece dentro de la misma salsa de la misma forma que los huevos ahogados. Como sea que se preparen, son exquisitos.